La Denominación de Origen Valle de Güímar se sitúa en el Valle de Güimar, en la isla de Tenerife, en el Archipiélago de Canarias. No es un valle en el sentido estricto del término. Más bien es una fosa tectónica originada por el corrimiento hacia el mar de una gran masa de terreno.

La zona de producción la forman tres municipios: Arafo, Candelaria y Güímar, un total 913 hectáreas. Casi todas las viñas se encuentran entre los 250 y los 1.600 metros de altitud.

El Valle de Güimar tiene una gran belleza sobre todo en las cumbres, donde predominan los bosques de pino canario. Todas estas alturas forman parte del Parque Natural de Corona Forestal, auténtico pulmón de la Isla de Tenerife.

 

El vino era un producto desconocido para los aborígenes –guanches- del Archipiélago Canario. Fueron los conquistadores castellanos los que introdujeron el cultivo de la vid. La primera viña se plantó en la isla en el año 1.497.

Las vides eran sarmientos que se traían de las viñas europeas antes de que, prácticamente, desaparecieran como consecuencia de la plaga de la filoxera.

En el año 1.550 ya se producían cantidades notables de vino y hasta el año 1.680 los vinos canarios gozaron de una gran fama en Europa, África y América. A partir de mediados del siglo XVII, debido a la presión de los vinos andaluces y portugueses la producción se redujo a la mitad. Pero la fama no se perdió, y en el siglo XVIII se produce una recuperación en el consumo. Fuera de Canarias los vinos eran conocidos como “vino canario” o “vino malvasía canario”. Shakespeare habla de estos vinos en sus obras.

Hoy en día, debido a la creación de las Denominaciones de Origen, a la utilización de nuevas formas de cultivo y a la utilización de las últimas tecnologías para el tratamiento del vino en la bodega se ha recuperado el prestigio y el consumo. Incluso se están plantando nuevas viñas –sobre todo en la costa- para poder atender la demanda.

La Denominación de Origen Valle de Güímar nació en el año 1.996; a partir de esta fecha la comarca inició un periodo de transformaciones que ha supuesto la revitalización de la actividad vitivinícola, con mejoras en el cultivo de la vid, en la elaboración y en el embotellado de los vinos. Se está utilizando la última tecnología, un gran esfuerzo que se traduce en una mejora en la producción y en la renta de los viticultores. Para los consumidores el nacimiento de la Denominación de Origen es una garantía de calidad y del origen de los vinos tipificados como Valle de Güimar.