
El nombre de “arbequina” se debe al término de Arbeca donde primeramente se cultivó. Sin embargo su origen
es de la isla de Mallorca, de donde la trajo
el Rey Jaime I. Uno de sus súbditos feudales,
el Señor de Arbeca fue quien la implantó en su
feudo, por sus ventajas y la excelente calidad de su
aceite.
La
topografía de las comarcas donde se cultiva el olivo
es accidentada. La altitud de la zona va desde los 1000
a los 100 metros a orillas del mar. Los
terrenos provienen del Carbonífero, Jurásico, Cretáceo
y el Mioceno marino.
El clima es mediterráneo con influencia marina, con mucho
viento. La pluviometría alcanza los 450 mm. anuales
de precipitación media. La temperatura media anual es
de 16º C. Llegando las mínimas a los 5º C bajo cero.
La
plantación de los olivos se hace, generalmente, a marco
real y tresbolillo. Cada hectárea tiene una densidad
media de 125 árboles. Las variedades acogidas a la Denominación
de Origen Siurana son: Arbequina, Royal y Morrut.

Como
datos más recientes significar que el descubrimiento
de las inmejorables cualidades nutritivas de la variedad arbequina tiene lugar a partir de 1880 en Cataluña,
lo que comportó a su vez una extensión de su inicial zona de producción y una nueva técnica en su elaboración
que supuso un acortamiento del tiempo dedicado a su
recogida seguida de una molturación inmediata del fruto.