La zona de producción del aceite de la Denominación
de Origen Montes de Toledo está situada en el centro-oeste de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, ocupando
las comarcas del sudoeste de la provincia de Toledo
y noroeste de la provincia de Ciudad Real.
La zona ocupa una superficie de 13.037 kilómetros cuadrados, de los que 8.393
corresponden a la provincia de Toledo y 4.644
a la de Ciudad Real. Tradicionalmente se viene
cultivando la variedad cornicabra.
La citada zona tiene como eje la formación montañosa denominada Montes de
Toledo. Discurren con dirección este – oeste, al
sur de la provincia de Toledo y norte de la de
Ciudad Real, separando los valles del Tajo y Guadiana. Se trata de un conjunto de alineaciones
montañosas de cierta continuidad cuyo punto culminante
es el macizo Rocigalgo (1.447 m), separadas por
amplias depresiones longitudinales recorridas por afluentes
de los ríos Tajo y Guadiana. Dentro de la zona de producción de
la Denominación de Origen Montes de Toledo se encuentra
el Parque Nacional de Cabañeros.
El origen del cultivo del olivo en la zona de los Montes de Toledo, aunque
introducido a causa de las colonizaciones fenicias y griegas, se potenció en
tiempos del Imperio romano. Los árabes siguieron con
el cultivo aunque no lo potenciaron. Es en el siglo
XVIII cuando paso a tener una importante actividad.
A principios del siglo XX es cuando tiene lugar el “despegue” de la zona de
los Montes de Toledo, no sólo en la cantidad
sino también en la calidad de los aceites. Se inicia
la exportación a gran escala, valorándose en el extranjero
la calidad de estos aceites.