La
diversión en Granada está asegurada.
Su gran vitalidad de ciudad moderna asegura al visitante
una estancia difícil de olvidar. Modernas discotecas
y salas de fiesta se unen a los numerosos tablaos
flamencos en los que se puede disfrutar la mejor tradición.
Y la tradición se saborea en la Semana Santa granadina,
que en Granada es Pasión. Sobre todo
la pasión se vive en el barrio del Albaycin
y en el Sacromonte, donde los gitanos sacan
en procesión a su Cristo del Consuelo.
Las Fiestas de Granada:
- El
2 de enero se conmemora la toma de la ciudad por parte
de los Reyes Católicos.
- El
primer domingo de febrero se celebra la fiesta de
San Cecilio, patrón de la ciudad.
- El
3 de mayo, día de la Cruz. Se adornan
patios, calles y balcones.
- En
mayo-junio se celebran las Ferias y Fiestas de Granada en honor del Corpus-Christi.
- El
29 de septiembre en el barrio del Albaycin, romería
de San Miguel.
- El
último domingo de septiembre, Fiestas Patronales
de la Virgen de las Angustias.
En
Granada se celebran a lo largo del año
numerosos acontecimientos musicales como el Festival
Internacional de Música y Danza, el Festival
Internacional de Jazz, el Festival Internacional
de Tango o el Festival de Rock Zaidín.
La gastronomía granadina.-
Uno
de los platos gastronómicos más famosos
es la Tortilla del Sacromonte (huevos,
sesada y criadillas), el gazpacho granadino,
las sopas de ajo, potaje de San Antón,
el estupendo rabo de toro, las habas con
jamón, los caracoles o el famoso
Jamón de Trevélez curados
en las alturas de Sierra Nevada.

Callejear
es uno de los mayores placeres que podemos encontrar
en Granada, así como visitar los numerosos
bares y tabernas que llenan la ciudad, y acompañando
a la bebida saborear las famosas "tapas
granadinas". Cada bar o taberna está especializado
en ofrecer "tapas" y siempre son
gratis. No se cobran. Sólo se cobra la bebida.
Ejemplos de "tapas" podemos citar
la morcilla granaína, los diferentes
"pescaitos fritos", un huevo frito,
un pinchito moruno, jamón, etc.
Salir
de "tapas" en Granada es lo más
frecuente para los que viven en la ciudad y para los
numerosos visitantes convirtiendo las calles en una
fiesta permanente.