Es un postre muy manchego (sobre todo de Toledo) y muy navideño,
aunque se debería consumir durante todo el año.
Es muy nutritivo y delicioso. Recomendamos que al hacer las
figuras participen los niños. Se divertirán muchísimo.
Molemos
las almendras lo más finas posibles. Si conseguimos reducirlas
a polvo mejor. Mezclamos las almendras molidas, el azúcar,
la ralladura de limón, una cucharadita de canela y los
huevos (reservamos la yema de un huevo en un plato).
Con
las manos amasamos toda la mezcla muy bien y durante bastante
tiempo, hasta conseguir una masa lisa y homogénea. Se
puede amasar con la ayuda de una batidora o amasadora. Aunque
recomendamos hacerlo de la forma tradicional, con las manos.
Esta
masa la dejamos reposar durante unas horas en un lugar fresco
y ventilado.
Después
del reposo cogemos trozos de masa y hacemos figuritas. En un
plato batimos la yema de huevo y con una brocha (que siempre
utilizamos para cocinar) pintamos las figuritas.
Metemos
las figuritas en el horno previamente calentado. Cuando veamos
que están doradas ya las podemos sacar. Las ponemos en
una fuente y las tapamos con un paño para que no se sequen.
