Le pedimos al carnicero que nos deshuese la pierna de cordero y que nos la trocee para hacer las brochetas.
Con los huesos, el puerro, la zanahoria y la cebolla haremos una salsa. Para ello doramos los huesos junto con aceite de oliva, el puerro, la zanahoria y la cebolla. Todo troceado. Una vez dorado añadimos el vaso de vino, otro de agua y la sal. Todo esto lo hemos realizado en una olla a presión. La cerramos y lo tenemos cociendo durante 40 minutos. Abrimos la olla, sacamos los huesos y el resto lo trituramos bien y hacemos la salsa. Si hace falta dejamos la salsa que siga cociendo hasta que se espese.
Con la ayuda de un palo para hacer brochetas vamos colocando los trozos de cordero en el palo, salpimentamos las brochetas y las hacemos en una plancha o sartén grande bien caliente y con poca aceite. Si podemos recomendamos hacerlas a la brasa.
Para comerlas las iremos presentando en platos individuales y rociando la brocheta de cordero lechal con la salsa.
Acompañaremos el plato con un vino rosado de la Denominación de Origen Protegida Navarra.
