Zamora es la capital de la provincia del mismo nombre, forma parte de la Comunidad Autónoma de Castilla y León. El Municipio de Zamora fue asentamiento de vaceos, de Cartago y de Roma, lo que nos habla de su origen milenario. La leyenda dice que aquí nació Viriato, célebre guerrillero, terror de los romanos. En una plaza la ciudad podemos ver su monumento.
La ciudad de Zamora es conocida como La Muy Noble y Muy Leal ciudad de Zamora, así la llamó el rey Enrique IV. Está situada a orillas del río Duero, sobre las peñas de Santa Marta, las famosas “peñas tajadas". Sobre ellas en el año 893 se edificaron las primeras murallas. Un siglo más tarde fue conquistada por Almanzor y años después reconquistada por los cristianos.
Fernando I la reconstruyó y repobló, y se la legó a su hija Doña Urraca. La frase más famosa y que ha perdurado con el tiempo pasando de generación en generación es: “No se ganó Zamora en una hora”. Sancho II, hermano de Doña Urraca, quiso arrebatarle la ciudad a su hermana, y sometió a la ciudad a un penoso cerco. Los zamoranos resistieron valerosamente. El Portillo de la Traición recuerda la muerte de Sancho II a manos de Bellido Dolfos mientras la sitiaba. Por aquí entro en la ciudad cuando era perseguido por el Cid.
El casco antiguo está considerado Conjunto Histórico-Artístico, los monumentos, junto con las calles le confieren un ambiente medieval: Zamora es conocida como la ciudad del románico. Con una población de 65.998 habitantes, acoge a los visitantes cordialmente ofreciéndoles arte, tradiciones -Semana Santa-, fiestas y una gran gastronomía.
Para acceder a ella por el sur tenemos que atravesar el río Duero por largos puentes, de los que destacan el llamado Puente de Piedra (siglos XII y XIII), con 16 arcos, de estilo románico y el Puente de Hierro (siglos XIX).
Una vez atravesados los puentes y para entrar en el casco medieval tenemos que atravesar las Murallas. Tuvo tres recintos amurallados por lo que era conocida como “la Bien Cercada”. El primer recinto amurallado se conserva bastante bien. Fue construido por Fernando I, en el siglos XIII, sobre restos árabes.
La entrada más famosa por el norte es conocida como la Puerta de Doña Urraca, data del siglos XII. Por el sur, junto a la Catedral, se encuentra la Puerta del Obispo, integrada en la muralla del siglos XI. Desde ella el visitante tiene una magnifica vista del río Duero y de sus puentes. Junto a ella se sitúa la Casa del Cid y enfrente, el Palacio Episcopal, del siglo XVIII.
Zamora cuenta con numerosos monumentos religiosos de los que destacamos los siguientes:
La Catedral de Zamora.- Es el monumento religioso más importante y representativo de la ciudad. Una joya del siglo XII en la que destaca la cúpula o cimborrio colocado sobre el crucero. Es un elemento arquitectónico y decorativo de una gran belleza. Conjuga el gusto oriental con la sobriedad ornamental. Lo forman dieciséis gallones cóncavos, se adornan por el exterior con piedras formando escamas semicirculares. En la fachada sur se encuentra la Puerta del Obispo, una de las muestras más bellas de decoración románica.
En el interior podemos disfrutar de obras de arte de los siglos XV y XVI, la tejería de la Capilla Mayor y el Coro, la sillería, las puertas por las cuales se puede acceder al claustro del siglo XVII, la sacristía, el Retablo de la Capilla del Cardenal y la talla del Cristo de las Injurias.
En el Museo Catedralicio de Zamora destacan las custodias de plata y la impresionante colección de tapices flamencos. Un verdadero tesoro y de obligada visita.
Iglesia de la Magdalena (siglo XII).- Destaca el ábside y la portada sur, considerada la más rica en ornamentación del románico zamorano.
Iglesia de San Claudio de Olivares (siglo XII).- De estilo románico. Lo más destacable de su conjunto es la rica decoración que cubre el interior de su cabecera y portada.
Ermita de Santiago el Viejo (siglo XI).- La leyenda dice que aquí fue armado caballero el Cid Campeador.
Iglesia del Espíritu Santo (siglo XIII).- De planta sencilla de una sola nave y cubierta por una armadura del siglo XV.
Iglesia de San Juan (siglo XII).- Restaurada, en su fachada alberga uno de los rosetones más singulares del románico.
Iglesia de San Isidoro (siglo XII).- Fue mandada construir por doña Sancha, hermana de Alfonso VII.
Iglesia Santa María la Nueva (siglo XII).- Fue escenario en el año 1.158 del “motín de la Trucha”, una revuelta social contra los privilegios de los nobles. Destaca el ábside.
Iglesia de San Cipriano (siglo XI).- Situada en uno de los miradores de la ciudad sobre el río Duero. Está considerada la más antigua cabecera del románico zamorano.
Iglesia de San Pedro y San Ildefonso (siglo XIII).- Su origen puede ser visigodo. Fue reedificada a lo largo de todos los siglos. La tradición dice que están enterrados aquí San Ildefonso y San Atilano.
Iglesia San Antolín.- En su origen fue románica, pero ha sufrido múltiples transformaciones. Conserva la cabecera gótica.
Iglesia Santiago del Burgo (siglo XII).- Es, junto con la Catedral, la que conserva la estructura de tres naves. Destaca la portada del sur, cuyo vano acaba en un capitel suspendido sin sujeción alguna.
Iglesia de San Vicente (siglo XIII).- Tiene la torre más esbelta de la ciudad. Es de estilo románico, aunque sustancialmente reformada.
De los monumentos no religiosos destacan:
Ayuntamiento Viejo (siglo XV).- Situado en la Plaza Mayor, mandado construir por los Reyes Católicos. Hoy alberga las dependencias de la Policía Municipal. (Los coches de este cuerpo allí aparcados, afean muchísimo el entorno y no permiten disfrutar de la visión de esta hermosa plaza). Desde aquí hacemos un llamamiento para que sean retirados, pues los visitantes y los propios zamoranos agradecerán el gesto.
Enfrente y en la misma Plaza Mayor se encuentra el nuevo edificio del Ayuntamiento de Zamora, construido en los años cincuenta del pasado siglo XX.
Monasterio de San Francisco.- Actual sede de la Fundación Hispano-Lusa “Rei Afonso Henriques”. Está restaurado, de lo antiguo queda el testero de la Iglesia del siglo XIV y restos de lo que fue la capilla del Deán de la catedral, obra de Gil de Hontañón.
Palacio de los Momos.- Sede de la Audiencia Provincial. Destacan en su fachada los escudos de armas de Pedro de Ledesma, que fue el que lo mandó construir a finales del siglo XV y principios del XVI.
Hospital de la Encarnación (siglo XVII).- Es la sede de la Diputación Provincial y el Patronato de Turismo. Destaca el patio interior arcado y la iglesia adosada a la fachada.
Palacio de los Condes de Alba y Aliste.- Es del siglo XV y reedificado en el siglo XVIII para uso de hospedaje. En la actualidad es el Parador de Turismo de Zamora. Destaca su patio rectangular con arcos. Es de estilo renacentista.
Es de agradecer una visita al Museo Etnográfico. Es un centro que acoge el enorme y variado patrimonio popular de la Comunidad de Castilla y León, sirviendo al mismo tiempo para la centralización y el estudio de las disciplinas científicas que atañen al legado etnográfico.
En el Palacio del Cordón (siglo XVI) se ubica el Museo de Zamora. Cuenta con fondos de arqueología. Entre las piezas más interesantes el Tesoro de Arrabalde, impresionante conjunto de orfebrería celtibérica, estelas y mosaicos romanos, así como las cruces visigodas de Villafáfila. Una de las salas está dedicada a la historia de la ciudad.
En la Plaza de Santa María el Museo de Semana Santa de Zamora. El visitante podrá disfrutar de la visión de todas las tallas de los pasos que componen la famosa Semana Santa Zamorana.
Muchos son los artistas nacidos en tierras zamoranas, de ellos destaca Baltasar Lobo. Su obra la podemos disfrutar en el recién restaurado Castillo de Zamora. A lo largo de dos plantas, el Centro de Arte Baltasar Lobo recoge parte de la obra del escultor Baltasar Lobo, natural del pueblo de Cerecinos de Campos (Zamora).