Las verduras en general son alimentos de bajo aporte energético, pero el espárrago en particular es especialmente escaso en calorías. Prácticamente no tiene grasas ni hidratos de carbono y, por el contrario, presenta una cantidad de proteínas extrañamente elevada si tenemos en cuenta que estamos hablando de una hortaliza. Además, su aporte de fibra dietética es muy importante, y el de vitaminas y minerales también.
Al hablar de las vitaminas del Espárrago de Navarra, hay que mencionar la presencia de tiamina, riboflavina, niacina y sobre todo de alfatocoferol. Esta sustancia, conocida también como vitamina E, es uno de los antioxidantes naturales que podemos encontrar en los alimentos. Juega un papel esencial en el desarrollo y mantenimiento del sistema nervioso central, nervios periféricos y músculos de niños y adultos; y en la actualidad se está estudiando su influencia sobre el perfil de riesgo cardiovascular, así como sus acciones inhibitorias sobre el crecimiento de las células de la leucemia. Aunque no tenemos un órgano específicamente diseñado para almacenar la vitamina E, nos encontramos con pequeños almacenes en el hígado y en el tejido adiposo, con la ventaja añadida de que, cuando una persona adelgaza -pierde tejido graso-, la vitamina E almacenada en dicho tejido no se pierde.
Pero además, el espárrago tiene una sustancia activa muy característica: la asparragina, sustancia volátil que potencia el efecto diurético del espárrago ayudando en el caso de que se padezca retención de líquidos o hipertensión asociada al sobrepeso.
El Espárrago de Navarra está recomendado para personas que necesiten tomar alimentos de bajo aporte energético, pero muy completos en nutrientes reguladores, como es el caso de las dietas de adelgazamiento.
También es muy recomendable el consumo de espárragos para personas que sufren estreñimiento, por su contenido en fibra y para las personas con problemas de hipertensión o de retención de líquidos.
Si se consumen frescos, en la cocción debe utilizarse la menor cantidad posible de agua para minimizar la pérdida de vitaminas en el caldo.
Debe evitarse el remojo de los espárragos en agua una vez pelados, pues parte de sus vitaminas hidrosolubles pasarán a ese agua.
El caldo de cocción de los espárragos es un estupendo diurético, lo que hace recomendable su utilización en caldos, sopas, arroces, etc.