Con
una superficie de casi 20.000 Has. y dispuesto en forma
circular en torno al macizo montañoso que le
da nombre, este
espacio protegido (Sierra Mágina) constituye
uno de los territorios montañosos más atractivos con
que cuenta la provincia de Jaén. Su no muy extensa
superficie y su gran riqueza natural, le confieren una
excepcional singularidad dentro del conjunto de espacios
protegidos andaluces, permitiendo un amplio conocimiento,
tanto de su diversidad natural como de sus valores culturales
y
etnológicos.
Por
su localización en el centro sur de la provincia
de Jaén, hasta el límite con la provincia de Granada,
entre las altiplanicies de los montes y los valles
que forman los ríos Jandulilla, Guadiana Menor y Guadalquivir,
estas tierras desde épocas muy tempranas vivieron un
fluido tráfico de pueblos, habiendo sido paso natural
en las comunicaciones entre el interior y la costa.
Por otro lado, la presencia cercana del valle del Guadalquivir y la existencia de numerosas cuencas fluviales fueron
elementos determinantes para su ocupación, siendo numerosos
los restos arqueológicos y las huellas del pasado en
estas tierras.
El
relieve del macizo, muy montañoso, se encuentra horadado
por numerosos valles, aliviaderos de las aguas caídas
en las partes altas de las sierras; éstas, unidas a
las de algunos manantiales, son la base de los ríos Torres, Bedmar, Jandulilla, Oviedo y Guadalbullón, así como de numerosos barrancos
y arroyos. A medida que se va recorriendo el Parque,
el viajero irá desplazándose de uno a otro, descubriendo
la gran variedad de formaciones tanto geológicas como
vegetales que en una escasa superficie la naturaleza
es capaz de ofrecer. De este modo, pese a que su extensión
no es muy grande, las variaciones del relieve, unidas
a la altura del conjunto y a su disposición frente a
los climas dominantes son factores de una gran riqueza
biológica para el visitante de estos parajes.
Por
su localización, nos encontramos en un área mediterránea,
con estaciones especialmente agradables en primavera
y en otoño, períodos adecuados para descansar en estos
lugares. Asimismo los veranos, más cálidos, son fácilmente
tolerados en pueblos como Albanchez de Mágina o Torres,
o en lugares más frescos como los parajes de Cuadros, Fuenmayor, Hútar o Cabrita.
El otoño, con sus cambios, permite apreciar en el campo
una desbordante variedad de colores: ocres, rojos y
marrones son la contraposición de los intensos verdes
de la primavera. En invierno, al igual que durante gran
parte de la primavera, es frecuente encontrarse con
nieve en sus cumbres, aquí se encuentran las elevaciones
más altas de la provincia: el Pico Mágina, con
2.167 metros; el Pico Cárceles, con 2.059 metros
o el Almadén, con 2.032 metros.
En este espacio tan excepcional se produce uno de los aceites de oliva virgen extra méjores del mundo. Se comercializa con la etiqueta de calidad de la DOP Sierra Mágina.