El queso gallego amparado en la Denominación de Origen Queso Tetilla o Queixo Tetilla se elabora con leche de vaca de las razas Frisona, Parda Alpina y Rubia Gallega. Es uno de los quesos gallegos más representativos y el más internacional. Hay que destacar su forma, de ahí su nombre, ya que recuerda a una “mama” o “tetilla”. Esta forma es por los embudos en los que se deja cuajar la leche al inicio de su elaboración. Otro queso gallego que tiene la misma forma es el Queso de San Simón.
Las vacas se alimentan del aprovechamiento directo de los pastos, aunque el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Queso Tetilla puede dictar normas para complementar esta alimentación con el fin de que la leche destinada a la elaboración del Queso Tetilla o Queixo Tetilla tenga las características tan peculiares que este queso tiene.
La leche –pasteurizada- que se destina a la elaboración de Queso Tetilla es un producto natural íntegro, procedente del ordeño de las vacas sanas y que reunirá las siguientes condiciones:
- No contendrá “calostros” ni conservadores o productos medicamentosos que puedan inducir negativamente en la elaboración, maduración y conservación del queso.
- Tendrá una composición acorde a las características de la raza a la que pertenezcan los animales de que proceda y a la estación del año, con los mínimos siguientes:
- Proteína 3,1%
- Grasa 3,5%
- Extracto seco 8,4%
- Cumplirá las condiciones higiénico-sanitarias que establece la legislación vigente
- La leche que se emplee en la elaboración del Queso Tetilla a proteger no debe superar al comenzar el proceso de elaboración los 18º Dornic, pudiendo añadírsele únicamente cloruro cálcico.
El ordeño se realizará en condiciones que garanticen la obtención higiénica de la leche.
Una vez ordeñada, la leche se conservará de la manera más conveniente para evitar el desarrollo de microorganismos y la contaminación medioambiental.
La recogida y transporte de la leche se organizará de manera que no se mezcle y almacene más leche que la procedente de dos ordeños. El transporte se deberá hacer en las mejore condiciones higiénicas, bien en cisternas isotérmicas o frigoríficas o bien por cualquier otro sistema que garantice que la calidad de la leche no se deteriore.
El Consejo Regulador de la D.O. Queso Tetilla vigilará y controlará las operaciones de recogida y transporte de la leche, pudiendo dictar normas para que estas operaciones se efectúen sin merma de la calidad y en las mejores condiciones higiénico-sanitarias.
Los quesos con Denominación de Origen Protegida Queso Tetilla destinados al consumo irán provistos de una etiqueta o contraetiqueta numerada, expedida por el Consejo Regulador, que deberá ser colocada en los propios locales o cámaras de maduración al término de este proceso.
En las etiquetas propias de cada elaborador que se utilicen en los quesos amparados, figurará obligatoriamente de forma destacada el nombre de la Denominación de Origen Protegida Queso Tetilla.
El etiquetado de los quesos con D.O. Queso Tetilla únicamente podrán circular y ser expedidos por las queserías e instalaciones inscritas, y en envases autorizados por el Consejo Regulador que no perjudiquen su calidad y prestigio.
Características del Queso Tetilla con Denominación de Origen.-
Forma: cónica, cóncava-convexa.
Peso: de 0,5 a 1,5 Kg.
Dimensiones: La altura será superior al radio de la base e inferior al diámetro.
- Máximo:
•150 mm de altura.
•150 mm de diámetro base.
- Mínimo:
•90 mm de altura.
•90 mm de diámetro base.
La cata del Queso Tetilla.-
Olor: suave, ligeramente ácido y que en su conjunto recuerda a la leche de la que procede.
Sabor: lácteo, mantecoso, ligeramente ácido y salado suave.
Corteza: fina y elástica, de menos de tres milímetros de grosor; color amarillo paja natural y sin moho.
Pasta: blanda, cremosa y uniforme, con pocos ojos y regularmente repartidos; color blanco-marfil, amarillento.
El consumidor tiene que saber que el Queso de Tetilla ha de conservarse en un sitio fresco, como es un frigorífico, pero tiene que sacarlo una hora antes de consumirlo para que esté en óptimas condiciones.
Puede ser comido tal cual o bien untarlo en un buen pan y acompañándolo con una buena copa de vino tinto o albariño.