Según se ha podido comprobar el cultivo de peras en la zona de Jumilla se sitúa en el siglo XVI, durante el reinado de Felipe II. En la zona existen parajes cuyos nombres hacen clara alusión a que se cultivaba este fruto, como la Casa del Peral, en el paraje “Las Puntillas”. Hoy se cultivan unas 1.200 hectáreas, con una producción media anual de 20.000 Tm.
El microclima de la zona de Jumilla como el excelente terreno para el cultivo de perales hace que el agricultor a lo largo del tiempo haya ido seleccionando los mejores árboles de la variedad ercolini. Consiguiendo mejores frutos en cuanto a tamaño, sabor y cantidad de frutos por árbol. Se ha logrado hacer una selección clonal propia de la zona.
La proximidad al mar Mediterráneo hace que el clima sea muy cálido, pero con una característica que favorece que los árboles tengan en la primavera un crecimiento excelente: el frío. El término municipal está lleno de sierras y pequeñas montañas, pero con la suficiente altitud para que aparezca el frío en invierno y el árbol acumule las necesarias horas de frío (un mínimo de 650 horas). La temperatura media anual es de 15,7º C.
En la primavera, con la ausencia de heladas y lluvia, el peral tiene una buena floración (mes de marzo) y cuajado de frutos. El control de las plagas se efectúa de forma natural con los vientos secos y cálidos, que vienen del noroeste.
Todas estas características provocan que la recolección sea muy temprana, en la última quincena de junio. Y la conservación en cámaras es muy buena, pero limitada a dos o tres meses. Todo lo cual favorece la venta en los mercados de todo el país de esta excelente fruta bajo el sello de calidad Denominación de Origen Pera de Jumilla.