El municipio de Palacios del Sil se encuentra situado en la provincia de León. El término municipal está formado por un valle central, la cuenca del río Sil y pequeños valles. El terreno tiene grandes desniveles, desde los 800 m. hasta los 2.112 m. del pico Catoute.
El río Sil, que nace en el vecino municipio de Villablino, cruza su término municipal. Numerosos son los afluentes del río Sil que desde las cumbres montañosas se precipitan hacia el gran valle por el cual discurre el río Sil. Sus nombres son: río Fontaninas, Arroyo de Durría, río Palacios, Pedroso, río Vega de Campos y río Zorondillo.
De su flora destacan los chopos, sauces, alisos y fresnos en las riberas de los ríos. En las laderas de las montañas crecen los tejos, los acebos, los robles y los castaños.
La fauna es rica destacando el urogallo, el jabalí, venados, corzos, rebecos, lobos, zorros, jinetas, gato montés, tejones, garduñas, comadrejas, armiños, etc. Respecto de las aves destacan los halcones, azor, gavilanes, calimoche, cernícalos, águilas reales, mirlos, gorriones, chochin, herrerillos, etc. Y por sus ríos nadan abundantes truchas. También destacan los reptiles como la culebra de agua, la víbora y los lagartos.
El clima es húmedo, con inviernos fríos (las nevadas son frecuentes) y veranos cortos y cálidos.
En la población de Palacios del Sil, donde se encuentra el Ayuntamiento, podemos visitar el Centro de Interpretación de la Naturaleza, para tener un primer contacto con la naturaleza de este municipio. El Ayuntamiento de Palacios del Sil tiene 1.193 habitantes.
La Iglesia Parroquial es de arte románico asturiano con arcos de piedra. Desde su entrada el visitante tiene una buena panorámica del entorno de la población.
En la arquitectura civil podemos ver las construcciones tradicionales como el hórreo, los molinos, los cortines o los tres palacios que dan nombre a la localidad como el del Marqués del Pino. Siguiendo la carretera hacia Saelices nos encontraremos con la Ermita de San Roque, junto a los ríos Sil y Palacios.
Es importante visitar el asentamiento romano y celta conocido como Cabeza del Castro. Cerca se encuentra la población de Castro, con las construcciones típicas de la zona.
Cruzando el río Sil por un puente de estilo romano llegaremos a los pueblos de Matalavilla, Valseco y Salientes.
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Matalavilla.- Tiene 54 habitantes y a la entrada del pueblo el viajero se encuentra un lavadero público donde las mujeres lavaban las ropas. La Iglesia tiene un sencillo pórtico de piedra. En el interior se puede ver un retablo y un artesonado. Los amantes de la geología observarán el cambio de rumbo del río Matalavilla.
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Valseco.- El edificio más notable es la Iglesia de estilo románico asturiano, con un retablo barroco en su interior. El visitante puede disfrutar paseando por sus calles, bañarse en el río de aguas cristalinas y la naturaleza que rodea la población.
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Salientes es una población de unos 60 habitantes. El entorno natural es fantástico. Los amantes de la geología, la fauna y el senderismo estarán encantados de haber llegado a este rincón leones. Pero la vida aquí nunca fue fácil y sus habitantes siempre han tenido que emigrar sobre todo a Argentina.
Los otros núcleos de población del municipio son:
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Susañe del Sil.- Tiene 320 habitantes. Sus calles invitan al paseo sosegado y tranquilo, admirando sus casas de piedra y la Iglesia Parroquial restaurada recientemente. En ella se puede ver un magnifico retablo de estilo barroco. En la parte alta de la población aún se conserva el molino de grano, en uso, y un gran castaño de 8 metros de circunferencia. Desde este punto podemos disfrutar de unas magníficas vistas.
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Tejedo del Sil.- Tiene unos 80 habitantes. La ganadería siempre ha sido muy importante. En verano los ganados pastan en las brañas donde todavía conserva cabañas. A la entrada del pueblo hay una fuente con buena agua fresca. La Iglesia es de estilo románico asturiano. Y la Ermita está dedicada a San Lorenzo. Veremos algunas casas blasonadas al pasear por sus calles.
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Villarino del Sil.- Un precioso pueblo de 60 habitantes en la ladera de una montaña. Fue asentamiento romano para la explotación de oro. Se han encontrado muchas monedas romanas. Es agradable pasear por sus calles y disfrutar de su arquitectura popular. Tiene hórreos, molino para moler grano, y una casa con escudo.
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Por último señalar las pequeñas poblaciones de Corbón del Sil, Mataotero y Valdeprado. En todas destaca su arquitectura popular y la naturaleza que rodea sus casas.
En las brañas y poblaciones encontramos construcciones típicas de la zona, como cabañas en las brañas para guardar el ganado durante el verano, los hórreos para guardar el grano, el maíz, las castañas, alubias, etc; los molinos para moler el grano y el cortín, que es una construcción circular de piedra en cuyo interior se colocaban las colmenas, para protegerlas de los ataques del oso o de los posibles incendios del bosque.
El visitante de este municipio no debe olvidar la cámara de fotos y los prismáticos.