Las ovejas de raza Castellana tienen dos variedades: la blanca y la negra de características morfológicas funcionales y genéticas iguales, a excepción del color de la piel y de la lana que sirve para diferenciarlas.
Son animales de perfil subconvexo, proporciones alargadas y tamaño medio, variando según el área de explotación.
La cabeza, de tamaño medio, en armonía con el volumen del cuerpo se halla desprovista de lana y aplanada lateralmente. Generalmente sin cuernos, aunque pueden aparecer en machos de variedad negra. Si bien se tiende a su eliminación. Línea fronto-nasal, ligeramente subconvexa en las hembras, más pronunciadas en los machos. Orejas de tamaño medio, más bien estrechas y proyectadas horizontalmente. Morro con labios finos.
El cuello de la oveja es de tamaño medio, musculado, sin pliegues y bien unido al tronco. Puede tener mamellas.
El tronco de la oveja castellana es profundo, de costillares arqueados, lomos anchos, cruz poco destacada, línea dorso-lumbarrecta. Grupa cuadrada y ligeramente caída.
Las mamas están bien desarrolladas, globulosas, simétricas, con buena implantación y desprovistas de lana.
Las extremidades son fuertes, de longitud media, con articulaciones y cañas finas. Nalgas y muslos musculados, pezuñas simétricas y duras.
El vellón de la oveja castellana es cerrado, de color blanco o negro con degradaciones al pardo, según variedad. Se extiende al tronco y cuello, dejando libre la cabeza y extremidades hasta por encima del corvejón y rodillas, así como el vientre, principalmente en los animales adultos. Las mechas son cuadradas, formadas por fibras de tipo entrefino.
Los animales son de tamaño medio entre 40-60 kg., para las hembras y 65-80 kg para los machos.
Dependiendo de las explotaciones pueden ser mayores.
La capa de las ovejas castellanas es variable y en función de la misma se establecen las siguientes variedades:
Blanca: uniforme, sin pigmentaciones.
Negra: morfológica y fisiológicamente se diferencia únicamente de la blanca en el color de la capa. Presenta las partes de cuerpo desprovistas de lana, de color negro azabache y el vellón varía del negro al rojizo. Como característica general destaca la presencia de una típica mancha blanca en la nuca (coronado) y otra en el extremo distal de la cola.
El hábitat natural de la oveja Castellana es la Comunidad Autónoma de Castilla y León donde la carne de sus corderos o lechazos está amparada por la I.G.P. Lechazo de Castilla y León.
En la provincia de Zamora se utiliza su leche para elaborar los quesos de la Denominación de Origen Queso Zamorano.