En esta ruta turística (para hacerla completa se requiere
un fin de semana largo) visitaremos pueblos que
tienen en común varias cosas. Todos están en la
provincia de Toledo, la mayoría tienen un
castillo o palacio y la ruta discurre por una parte
de la Denominación de Origen Montes de Toledo.
Los
consejos gastronómicos a tener en cuenta son: disfrutar
del queso manchego ( con denominación de
origen), comer la humilde, pero riquísima, morcilla
toledana, el queso de cabra, los jamones, el cordero
manchego, los salchichones y los numerosos platos de caza. No olvidemos
que estamos en la mayor reserva cinegética de España:
los Montes de Toledo. La bollería y la repostería
son excelentes, teniendo en los mazapanes su gran joya.
Partiendo
de Toledo (dejaremos para el final la visita
y el disfrute de la ciudad) por la N-401 en dirección
a Ciudad Real, a 4 kilómetros tomamos la carretera
CM-400 en dirección a Mora. Atravesaremos
las poblaciones de Nambroca y Almonacid de Toledo cuyo castillo, situado sobre un cerro,
fue uno de los más fuertes de la Marca Media en
la región de Toledo.
Tras 5 kilómetros llegamos a la pequeña población
de Mascaraque cuyo origen se remonta a los tiempos de la dominación
árabe, época en que se construyó el castillo que
sería luego del comunero Juan de Padilla, pasando
después a los duques de Abrantes.
Continuamos
camino hasta la cercana Mora, villa circundada
por millón y medio de olivos que a un kilómetro
de la población, sobre un cerro en la carretera
que lleva a Tembleque, conserva los restos del Castillo
de Peñas Negras.
El último domingo de Abril se celebra la Fiesta
del Olivo de Mora, declarada de interés turístico, con
desfiles de carrozas. La población sigue manteniendo
viva la tradición artesana. Podemos visitar un curioso
taller donde se fabrican cencerros y otro dedicado
a la fabricación de alfombras.
Nos
dirigimos por la N-400 a Consuegra, desviándonos
previamente a visitar la pequeña población de Manzaneque que conserva un castillo edificado en el siglo XV.
Después
de recorrer 25 kilómetros llegamos a Consuegra,
importante población de la Mancha toledana de origen
romano.
Está
dominada por el Monte Calderico en el que
se alza una típica crestería manchega con los molinos
de viento y el castillo. Desde aquí podemos contemplar
un bello panorama de La Mancha y una interesante
perspectiva del conjunto urbano.
El
último fin de semana de octubre se celebra la Fiesta
de la Rosa del Azafrán, con concursos de monda
de la flor que "nace al salir el sol
y muere al caer la tarde".
Podemos degustar y comprar en la localidad cuatro productos
con Denominación de Origen: el azafrán,
el queso, el aceite y el vino.
Por
la carretera CM-4116, pasando por la presa romana,
se llega a Urda, población donde podremos
visitar el museo del artista Guerrero Malagón y el famoso Cristo de Urda.
A
8 kilómetros nos volvemos a encontrar con la carretera
N-401 y nos dirigimos a Los Yébenes, a pocos
metros de este
cruce de carreteras, se encuentra el musulmán Castillo de Guadalerzas.
Ya en la localidad de Los Yébenes nos encontramos con dos iglesias del siglo XVI, una,
renacentista dedicada a Santa María y la
otra a San Juan Bautista.
En
la sierra de Los Yébenes existe un abrigo
con pinturas rupestres. Desde lo alto de la sierra
podremos divisar una de las más espectaculares panorámicas
de toda la zona.
Proseguiremos
camino hacia Orgaz, importante villa agrícola
y ganadera situada en una llanura. Su fundación
es muy antigua. Tras la conquista cristiana su primer
señor fue el Cid Campeador, siendo villa
natal de
su esposa doña Ximena.
La
visita la podemos seguir por la Plaza Mayor,
que es el típico ejemplo de las plazas con soportales
de los pueblos toledanos y en la que podemos degustar
la rica gastronomía de esta zona.
Nos
dirigiremos a Arisgotas, donde podremos observar
un gran número de restos visigodos labrados impostados
en los muros de algunas viviendas.
De
camino hacia la siguiente localidad, encontramos la llamada Torre Tolanca que son los restos de una atalaya,
y llegamos a Sonseca, población que cuenta
con una importante industria de muebles y famosa
por la exquisitez de sus dulces y mazapanes.
Saliendo
de la población, en dirección a Toledo, a la izquierda,
tomaremos la carretera CM-410, atravesaremos Mazarambroz,
población de origen medieval, nombre procedente
de la finca o alquería árabe denominada Molino de
Amrus.
El
siguiente pueblo es Cuerva, típica población
de las estribaciones de los Montes de Toledo.
El castillo que hoy conserva es de los siglos XV-XVI.
Muy
próxima, la imponente villa de Las Ventas con Peña Aguilera paraíso de cazadores. El pueblo
se encuentra en las estribaciones del cerro Peña
Aguilera. Podemos subir andando a la cumbre donde
se encuentra la Ermita de Ntra. Sra. del Águila.
Desde aquí tenemos una magnífica vista de la Sierra
del Castañar y de la Meseta Cristalina.
Es
un punto de gran tradición cinegética, habiendo
desarrollado además una gastronomía y una artesanía
del cuero en torno a esta actividad.
A tan sólo 11 kilómetros, atravesando un bello paisaje,
se encuentra San Pablo de los Montes, el
núcleo de población habitado más alto de los Montes
de Toledo (908 metros), típico pueblo de los montes
con un urbanismo adaptado al terreno, de calles
empinadas y traza irregular. En la Sierra se encuentran
los conocidos Baños del Robledillo.
Su
término municipal es otro interesante enclave cinegético.
El 25 de enero se celebra la conversión del Apóstol
San Pablo con la denominada Fiesta de la Vaca.
La
siguiente localidad es Menasalbas, población
de origen romano como atestiguan los restos arqueológicos
que en él se han encontrado. Muy cerca de la población
podemos visitar el Embalse del Torcón, donde
se puede practicar la pesca.
Nuestros
pasos se encaminan a San Martín de Montalbán,
cuyo interés principal se centra en los dos singulares
monumentos de su término municipal: Santa María
de Melque y el Castillo de Montalbán.
A
pocos kilómetros, en dirección a La Puebla de
Montalbán nos encontramos con un cruce de caminos;
el que sale a la izquierda nos lleva al Castillo
de Montalbán (en una finca privada), construido
por los caballeros templarios, sobre uno de origen
musulmán.
El camino de la derecha nos lleva a la iglesia de Santa María de Melque. La iglesia es una de
las más subyugantes de España, tanto por
sus características arquitectónicas como por su
origen oscuro.
Nuestro
próximo destino es San Martín de Montalbán,
noble y antigua villa monumental.
Su
larga historia ha dejado importantes vestigios,
siendo algunos tan notables como su Plaza Mayor,
o la Torre de San Miguel que es lo que queda
de la antigua iglesia, construida en 1604.
En
esta villa nació Fernando de Rojas autor de La
Celestina. Del 15 al 18 de julio se celebran
las Fiestas del Santísimo Cristo de la Caridad,
con encierros durante los que se reparte limonada.
Tomamos
la carretera que se dirige a Toledo para,
después de recorrer 5 kilómetros, desviarnos por
la comarcal que sale a la derecha y que se dirige
a Polán, atravesamos el Embalse de Castrejón, donde podremos pasear por sus riberas y contemplar
la serenidad de sus aguas que reflejan las formas
recortada de las cárcavas talladas sobre las arcilla,
de intenso color rojizo. Además de la vegetación
de la ribera, encontramos una interesante fauna
compuesta por patos, garzas, cormoranes, lavanderas…
Un poco más adelante se encuentra la finca de Ventosilla
de Doña Sol que conserva un extraordinario monte
de encinas y coscojas. La entrada principal y los
jardines tienen cierto aire versallesco.
Y
llegamos a Polán, donde, en el centro de
la población, se conserva lo que debió ser un castillo
de considerables dimensiones, obra del siglo XII
con añadidos del XIV.
Podemos
acercarnos hasta la vecina Noez para ascender
al pico del mismo nombre (1.034 metros) entre jara, tomillo,
cantueso y encinas para disfrutar de la mejor vista
del territorio que estamos recorriendo.
Volvemos
sobre nuestros pasos y llegamos a Guadamur donde, junto al casco urbano, se alza un importante
Palacio
Fortaleza (propiedad privada) del siglo XV,
perfectamente habilitado y restaurado.
En
la Ermita de San Antón, del siglo XVI, hay
un pequeño Museo etnológico de los Montes de Toledo.
Terminaremos
esta ruta visitando la ciudad de Toledo capital
de la provincia del mismo nombre y sede del gobierno
autónomo de Castilla-La
Mancha. Como colofón de la Ruta de los
Castillos manchegos vamos a detenernos a visitar tranquilamente
esta ciudad museo que puede que sea la ciudad con
más historia de España. La UNESCO la ha nombrado PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD. Gozaremos
de sus monumentos, y disfrutaremos callejeando en
el barrio judío y en el medieval, compraremos artesanía
en sus numerosas tiendas, degustaremos su variada
gastronomía en infinidad de restaurantes o su magnífica
repostería, sobre todo disfrutaremos con el mazapán,
un exquisito dulce artesano. Después de esta larga
excursión, pernoctaremos en uno de los numerosos
y excelentes hoteles. Un consejo, acérquense al Parador Nacional de Toledo, disfrutarán de
una magnífica vista de esta Ciudad Imperial.