La Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, ocupa un total de 11 términos municipales (32.682 hectáreas), en la Comarca de Tierra de Campos. A una altitud de unos 700 metros. Cuando están totalmente inundadas ocupa unas 600 hectáreas.
Esta zona está enmarcada en un terreno suave, de amplios horizontes y escasas pendientes. Las lagunas son de carácter salino, estacional y estepario, y se articulan en torno al río Salado que conecta las tres lagunas más importantes: la de Barrillos, la Grande y la laguna de las Salinas. Este espacio natural está considerado como uno de los más importantes humedales del norte peninsular y un enclave único para las aves acuáticas, esteparias y migradoras de la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
La vegetación de las lagunas está condicionada por los ciclos anuales de inundación, desecación, salinidad y el riguroso clima continental de la zona. Así en los espacios inundables la especie característica es la castañuela, mientras que en las zonas libres de inundación aparecen el almajo dulce y los tarajes.
La flora de las Lagunas de Villafáfila.-
La zona es una gran estepa cerealista (trigo, cebada y alfalfa de secano) con escasos árboles, sólo hay pequeñas manchas de pino piñonero. Junto a las lagunas hay prados salinos que las rodean muy condicionados por la climatología y el aporte de agua para su encharcamiento. Por las investigaciones realizadas en las lagunas hay que reseñar por su interés botánico la planta llamada juncia o castañuela, de las que hay tres especies: Scirpus maritimus, S. litoralis y S. lacustris. En los bordes de las lagunas y praderas predomina el gramón junto a especies como la arrastradera, el pelujo, el hinojillo de conejo, la margarita, el correjuelo, la escorzonera enana y la grama.
La fauna de las Lagunas de Villafáfila.-
La avutarda es el ave emblemática de Villafáfila encontrándose aquí la mayor población mundial. Entre las aves que eligen este lugar para pasar el invierno hay que citar las grandes cantidades de ánsares comunes (26.000 individuos), la grulla el ánade friso, la cerceta común y la espátula. Todo esto convierte a las Lagunas de Villafáfila en una de las más importantes zonas de invernada de la Península Ibérica.
También hay que destacar el cernícalo primilla, el aguilucho cenizo, el sisón y la ortega entre otros. También hay invertebrados pero son las aves las que ponen la nota de color. Hay que decir que el 50% de todas las aves acuáticas de Castilla y León se encuentran en estas Lagunas salinas de Villafáfila. Como nidificantes destaca la cigüeñuela, la pagaza piconegra, el aguilucho lagunero, el zampullín, la cigüeña blanca, el avefría, el azulón, la avoceta, el pato cuchara y el chorlitejo chico.
Desde siempre los habitantes de estas tierras se dedicaron a extraer la sal de las lagunas. Podemos encontrar en el Museo Arqueológico de Zamora utensilios y cerámicas que prueban esa actividad.
Muy cerca de Villafáfila se localizan las ruinas del monasterio cisterciense de Moreruela donde anida un gran número de cigüeñas blancas.
El viajero puede contemplar por toda la zona los palomares y descubrir unas estupendas muestras de arquitectura rural. Esta arquitectura popular se caracteriza por la utilización del barro en las construcciones. Las poblaciones que se encuentran dentro de la Reserva Natural de Villafáfila guardan importantes tesoros artísticos. Algunos templos construidos con piedra y ladrillo son verdaderas joyas arquitectónicas.