Limpiamos bien los calamares y los cortamos. Los metemos en leche durante unos minutos, los sacamos y escurrimos bien. Los pasamos por harina y los freímos en abundante aceite de oliva virgen extra bien caliente hasta que se pongan dorados. Los sacamos a una bandeja los salamos y a comer con una buena botella de vino blanco o rosado.
Podemos poner medio limón y que cada comensal se ponga el jugo de limón que quiera.
Otra forma de preparación:
Cortamos los calamares en tiras. En un bol batimos un huevo y en otro bol ponemos pan rallado o harina. Si utilizamos el pan rallado hay que pasar primero los calamares por el huevo y luego por el pan rallado. Si utilizamos harina primero embadurnamos los calamares en la harina y luego por el huevo y a continuación los freímos en abundante aceite de oliva que tiene que estar muy caliente. Si lo hacemos con pan rallado se llaman calamares empanados, si es con harina son rebozados. No te olvides de beberte un buen vino de alguna de las Denominaciones de Origen Españolas.
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