El bacalao lo ponemos a remojo el día anterior y le cambiamos
el agua 2 ó 3 veces. Le quitamos las espinas y lo desmigamos.
En
una cazuela colocamos el bacalao y la cubrimos con agua. Lo
ponemos al fuego y cuando rompa a hervir lo retiramos y lo dejamos
10 minutos así.
Antes
de cocinar los puerros tenemos que limpiarlos bien. Que no quede
tierra en ellos. Los cortamos en trozos pequeños, al
igual que las patatas -mejor las cortamos en trocitos pero procurando
que casquen, así saldrá más espeso el caldo-
y la zanahoria.
En
una cazuela con aceite freímos los ajos, a continuación
añadimos los puerros, las zanahorias y las patatas y
rehogamos bien.
Acto
seguido se añade el laurel, el bacalao -escurrido de
agua-, el vaso de vino blanco y 8 granos de pimienta negra.
Cubrimos con agua y dejamos a fuego lento unos 40 minutos. Al
rato probamos y si le falta sal le añadimos.
Hay
varias variantes; en una de ellas el bacalao es sustituido por
el caldo resultante de cocer una cabeza de merluza. Así
se hace en La Rioja.