Como mejor se disfrutan los Pimientos de Herbón son fritos en abundante aceite de oliva virgen extra.
Normalmente, más bien por comodidad, siempre se fríen con el rabo o pedúnculo (la parte vegetal). Es mejor quitarselo, así no añadiremos sabor herbáceo a la fritura.
Se pueden consumir solos o acompañando otros platos. Por comodidad si se consumen solos, como aperitivo, se les puede dejar el pendulo o rabo. Así no nos manchamos los dedos con el aceite al cogerlos.
Nosotros en esta receta les quitamos el pedúnculo o rabo con un cuchillo o unas tijeras de cocina, procurando no perforar el pimiento.
Primeramente los lavamos bien con agua y los secamos para que cuando los echemos en el aceite de oliva no salte y nos quememos. Se fríen en abundante aceite de oliva, y no tiene que estar muy caliente, así la piel no se desprenderá.
Los pimientos se tienen que freir poco a poco, dandeles vuelta de vez en cuando. Así conseguiremos una buena fritura. Los retiraremos a una fuente con papel absorvente para quitarles el aceite sobrante. Al servirlos les añadiremos sal gorda.
Se puede acompañar con cualquier vino de las Denominaciones de Origen gallegas.
