Ponemos las papas (las de Canarias son las mejores) lavadas
y sin pelar, en una olla con agua a la que hemos añadido
generosamente unos puñados de sal gorda. Las papas tienen
que ser todas más o menos del mismo tamaño.
Las ponemos a cocer a fuego mediano. Cuando veamos que ya están
cocidas retiramos el agua y las volvemos a poner en el fuego
para que se sequen. Así conseguimos que la sal se pegue
a la piel y se arruguen.
Antiguamente
se utilizaba agua de mar.
Las
papas arrugadas con la salsa mojo
picón es uno de los platos más típicos
y sabrosos de las Islas Canarias. Aunque se suele acompañar cualquier tipo de plato típico canario con una ración de papas arrugadas.
