Las Migas Ruleras, antaño, era un plato de pastores. Hoy en día es un plato típico de la cocina manchega.
Primero se estrujan los ajos sin pelar con un cuchillo y se ponen a freír en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra y se doran un poco. Tener cuidado no requemarlos que entonces el ajo amarga. Se sacan de la sartén y se reservan.
Se corta la panceta en trozos no muy grandes y se echa en el aceite en el que hemos frito los ajos.
Mientras la panceta de fríe vamos cortando el chorizo en trozos pequeños. Cuando la panceta haya soltado la mitad de la grasa añadimos el chorizo cortado. Cuando ya esté frito todo sacamos la panceta y el chorizo al plato donde hemos reservado los ajos fritos.
Retiramos la sartén del fuego para que el aceite se enfríe un poco, así no quemaremos el pimentón cuando lo echemos.
Mientras el aceite se enfría vamos cortando el pan en trozos pequeños. Una vez cortado le añadimos un poco de agua para humedecerlo y quede más suave. Removemos el pan.
Añadimos al aceite una cucharada de pimentón, removemos y ponemos otra vez al fuego. Añadimos un poco de agua al aceite con pimentón y echamos el pan cortado. Mezclamos todo muy bien, sin parar y con el fuego lento. Cuando están a medio hacer se le añade el ajo, la panceta y los chorizos que teníamos reservados. Y se sigue removiendo. Por eso se llaman ruleras, porque no se para de “rular,” de moverse. Tienen que quedar las migas muy sueltas.
En otra sartén freímos el pimiento rojo, el verde y los huevos para acompañar las Migas Ruleras, junto con uvas. Y a disfrutar. Acompañaremos el plato con vino tinto de la DOP La Mancha.