En una sartén ponemos el aceite de oliva virgen extra a calentar y freímos los tomates pelados y cortados en rodajas y espolvoreamos con ajo y perejil picados. Una vez fritas se sacan con cuidado las rodajas para no romperlas y se colocan en una fuente que se pueda meter en el horno de cocina.
Cascamos los huevos de uno en uno por encima de los tomates fritos, procurando que no se rompan las yemas. Cortamos las morcillas en rodajas y las vamos colocando en los huecos que dejan los huevos. Espolvoreamos todo con el queso rallado y metemos la fuente en el horno previamente calentado. Procuramos encender sólo la parte de abajo del horno, así se cuajarán los huevos pero quedarán las yemas blandas. El tiempo lo vamos viendo, ponemos el horno a 200 ºC y cuando las claras de los huevos estén cuajadas sacamos la fuente y a la mesa. Tenemos otra versión de este plato en Extremadura. Se trata de los huevos al plato con pimentón.
Una copita de vino rosado de la Denominación de Origen Bierzole vendrá muy bien de acompañamiento.
Seguir a Cerespain en Facebook
Seguir a Cerespain en Twitter
