Lavamos y cortamos la coliflor. Pelamos y cortamos las patatas. Todo lo metemos en una olla y cocemos con agua durante 20 minutos. No taparemos la olla para que la coliflor quede blanca. Reservamos.
En un cazo ponemos la leche, la nata y el bacalao a cocer durante 5 minutos. Previamente hemos tenido el bacalao en remojo en la nevera durante 24 horas, cambiando el agua unas tres veces.
En un cazo o sartén grande sofreímos la cebolla y el ajo cortados en trocitos pequeños junto con un chorrete de aceite de oliva y la pizca de mantequilla. Cuando se dore, añadimos la cucharada de harina y removemos bien.
A continuación sacamos el bacalao y reservamos y añadimos la nata al recipiente donde hemos hecho el sofrito con la harina. Hacemos la bechamel (sin parar de remover) durante 8 o 10 minutos.
En una fuente colocamos como base la mitad de la bechamel. Seguidamente colocamos los trozos de patatas y coliflor cocidas junto con los trozos de bacalao. Cubrimos todo con el resto de la bechamel y espolvoreamos con abundante queso rallado de la D.O.P. Queso Camerano.
Metemos la fuente en el horno a 210º C hasta que se gratine el queso.
Acompañaremos la degustación del plato con un vino de la D.O.C. Rioja.
