Un día antes se ponen a remojo las alubias blancas. Se
limpian muy bien las carnes y las verduras. El nabo se pela
o se raspa bien. Las patatas se pelan y se trocean.
En
una olla se pone agua fría y se añaden las alubias,
el tocino o la panceta, el chorizo, la costilla, el codillo,
la manita de cerdo y el trozo de oreja y se tiene cociendo lentamente
durante una hora o hasta que la carne esté blanda.
Pasado
este tiempo se incorpora la berza cortada en juliana, el nabo
cortado en trocitos y la patata. A fuego muy lento para que
los ingredientes no se agarren a la olla todo sigue cociendo.
En
una sartén con aceite de oliva virgen extra, se frien
los ajos pelados y se le añade el pimentón, antes
de que éste se queme se saca todo a un mortero y se maja.
A los 20 minutos de estar cociendo todo, se le añade
a la olla este sofrito y la morcilla (pincharla con un tenedor
para que no se reviente).
Tendremos
todos los ingredientes cociendo otros 15 minutos. Durante todo
el proceso se va añadiendo sal, hasta dejar el cocido
a su gusto.
Para
servir el cocido montañés se saca la carne a una
fuente y se trocea, el resto del cocido se sirve en una sopera
o se deja en la misma olla. Hay gente que prefiere comer la
carne aparte, otros lo juntan todo. Da igual. Este típico
plato cántabro es delicioso, y si se deja reposar un
día para que los sabores se mezclen bien es... sublime.