Se corta el cordero en trozos pequeños y se sala. Antes
de seguir hace falta una aclaración: el cordero tiene
que ser tierno y de la I.G.P. Cordero Manchego. Si nos gusta un cordero más mayor no
hay problema, pero tenemos que tenerlo más tiempo cociendo.
En
una fuente de barro o en una olla, ponemos aceite y cuando esté
hirviendo añadimos unos dientes de ajo cortados en láminas,
la cebolla, los tomates y el pimiento. Todo cortado en trozos
pequeños. Lo tenemos rehogando un poquito y le añadimos
el cordero. Una vez bien rehogado añadimos la hoja de
laurel, los granos de pimienta negra, la guindilla picante,
el resto de los ajos (enteros) y el vino blanco. Añadimos
agua hasta que todo esté cubierto y dejamos cocer a fuego
lento hasta que veamos que la carne está tierna y el
caldo espeso. Vamos probando para ver si necesita más
sal. Si vemos que se queda seco añadimos más agua.
Cinco minutos antes de retirar, ponemos perejil picado.
Fundamental
acompañar este plato con un buen pan y con vino tinto
de la Denominación de Origen de La Mancha o de Valdepeñas.
