Se limpian los boquerones. Para ello los abrimos y les quitamos
la espina dorsal, la cabeza y las tripas. Los sumergimos en
agua y los lavamos bien. Es bueno dejarlos durante un buen rato
metidos en agua para que suelten toda la sangre. Los escurrimos
de agua y los sumergimos durante 20 horas en vinagre. Si es
de Jerez mejor, aunque sea más caro. Si no, es suficiente
con un buen vinagre de vino.
Pasado ese
tiempo se sacan los boquerones y se colocan en una fuente. Unos al lado de
los otros, con la piel hacia abajo. Es importante una buena presentación.
Para prevenir el problema del "anisakis" es preciso meter los boquerones en el congelador durante 24 o 48 horas. Pasado ese tiempo dejamos que se descongelen y procedemos al aliño de los mismos.
Para ello añadimos la sal, el ajo y el perejil, todo bien picadito.
Alguna gente le añade un poco de zumo de limón.
Lo dejamos a su criterio. Lo que sí es imprescindible
es cubrir todos los boquerones con un buen aceite de oliva virgen
extra.
Conservamos los boquerones en el frigorifico y procuramos sacarlos a temperatura ambiente 30 minutos antes de su consumo.
Recomendamos
acompañar este plato con un vino blanco frío,
un rosado o un tinto joven, con Denominación de Origen.
|