Vinos rosados de Cigales:
Fase visual.- Rosa complejo, desde el rosa fresa hasta el rosa guinda. En vinos muy jóvenes y con abundancia de variedad Tempranillo o Tinto Fino, aparecen tonos violáceos en capa fina.
Fase olfativa.- Aromas primarios importantes y punzantes de la serie frutal verde, otros con aromas de fruta más madura.
Aromas secundarios abundantes, propios de la fermentación e intrínsecos del vino, con una vinosidad delicada y persistente en el tiempo.
Fase gustativa.- Suave y ligero, breve y algo cálido. Con muy variados sabores y un gran equilibrio de alcohol y extracto.
Características diferenciadoras: dada la mezcla de variedades que intervienen en su elaboración, resulta un producto inigualable.
Vinos tintos jóvenes de Cigales:
Fase visual.- Rosa guinda intenso, con aportaciones de bermellón y matices azul, añil, violáceo y púrpura, en capa fina.
Fase olfativa.- Aromas primarios muy importantes de la gama de la fruta madura y de frutos rojos silvestres intensos.
Aromas secundarios abundantes, adecuados y muy característicos.
Fase gustativa.- Importante componente ácido tánico, que se redondea con el tiempo, y sobre todo con la crianza. Se manifiesta más el tanino que la acidez.
Con un extracto adecuado y un aporte glicérico importante.
Vinos tintos crianza de Cigales:
Fase visual.- Rojo guinda en capa alta, en capa fina gran intensidad de color con matices violáceos. Lágrima acusada.
Fase olfativa.- Aromas primarios y secundarios tenues. Aromas terciarios ,equilibrio de madera, toques avainillados, humo y tabaco.
Fase gustativa.- Gran equilibrio entre vino y madera. Sabores a vainilla, tabaco. Muy sabroso, potente y amplio. Equilibrado en alcohol y acidez.
Amplia vía retronasal, con potente bouquet de crianza y fino recuerdo de la Tinta del País.