El cultivo de la chufa se integra en rotaciones propias de la huerta (patata, cebolla, cacahuete, lechuga, etc.).
La preparación del terreno: lo primero que hace el agricultor es desmenuzar los residuos del cultivo precedente mediante varios pases de fresadora, si es posible cruzados. Seguidamente se hacen tablares de unos 4 metros de ancho para regar por inundación. Cuando el suelo está en tempero se da un último pase de fresadora previo a la plantación mecánica o manual.
Plantación de la chufa: realmente es plantación, ya que no se trata de semillas. La fecha de plantación varía según el tipo de plantación:
- Plantaciones muy precoces: 10 marzo al 7 de abril
- Precoces: 8 al 30 de abril
- Medias: 1-20 de mayo
- Tardías: 25 al 20 de junio
Las plantaciones más interesantes son las precoces y medias dado que tienen un mayor ahijamiento, menor peligro de daños, mayor rendimiento.
La cantidad de tubérculos para siembra varia con la fecha de plantación y oscila de 120-140 kg/ha, para plantaciones precoces y medias.
Los marcos de plantación más usuales son en líneas separadas 60-70 cm. La distancia dentro de la misma línea es de 10 cm. y la profundidad de siembra de 4 a 10 cm.
Labores culturales del cultivo de la chufa de Valencia.-
Fertilización de la planta: al ser la chufa un cultivo en rotación, la fertilización está en función del cultivo precedente. Si se ha incorporado al suelo materia orgánica en el cultivo anterior, se complementa con dosis de unos 10.000 kg/ha, y con abonados minerales de fondo de superfosfato de calcio y potasio y abonado de cobertera con superfosfatos.
Control de malas hierbas del terreno: el control de malas hierbas se realiza mediante escarda manual, mecánica o química, siendo la mecánica la más frecuente.
Normalmente, la primera labor de escarda se realiza a los 25 o 30 días de efectuada la plantación, cuando la planta tiene unos 8 o 10 cm. de altura, a una profundidad de unos 15 cm. Esta labor además de eliminar malas hierbas, encauza el marco de riego. A los 8 o 10 días de la primera, se realiza una segunda labor de escarda a unos 2 a 5 cm de profundidad.
Recolección de la chufa: se realiza durante los meses de noviembre y diciembre, pudiéndose alargar hasta enero.
La recolección de las chufas, en su conjunto, presenta una serie de fases o etapas.-
Lo primero que hace el agricultor es la supresión de la vegetación de la planta de la chufa con el arranque o quema de la parte aérea del cultivo. Normalmente se realiza la quema. El arranque manual sólo se efectúa en casos aislados para su aprovechamiento como forraje.
La quema de la parte aérea de la planta de la chufa no afecta al tubérculo al estar éste enterrado.
Limpieza del campo: consiste en eliminar restos no consumidos en la combustión, mediante rastrillos manuales o con tracción animal o mecánica. Esta labor favorece el descostrado de la tierra.
Separación del tubérculo de la planta: esta labor se realiza mediante un apero especial o mediante cosechadoras especiales.
Tanto en un caso como en otro, el mecanismo consta de un "tallan" (cuchilla) que corta la tierra a unos dos centímetros por debajo del nivel de la regadora que forman los dos caballones contiguos del cultivo. Posteriormente una fresadora desmenuza la tierra y separa los tubérculos de la mata.
Elevación de tierra y tubérculos para su tamizado: mediante una cinta transportadora el conjunto tierra-chufa sube al tambor de cribado que elimina la tierra y retiene las chufas.
Descarga de los chufas: una vez separada la tierra se descargan los tubérculos en grandes montones o en remolques para su traslado al lavadero.
Una vez transportadas las chufas a los lavaderos, se someten a los siguientes procesos:
Lavado de las chufas: el tubérculo recién recolectado se somete a un proceso de lavado para separar impurezas (tierra, piedras, restos de cultivo, etc.).
Se lleva a cabo en lavaderos industrializados, con agua clorada a fin de garantizar en todo momento la calidad microbiológica de las chufas.
Las chufas obtenidas tienen una humedad aproximadamente de 45 a 50% y se denominan chufas tiernas.
Secado de la chufas: es el proceso en el que el tubérculo pierde humedad.
El secado se realiza de forma adecuada, en condiciones establecidas de tiempo, temperatura y aireación. Los tubérculos se colocan en capas de 10-20 cm. y se remueven 1 o 2 veces al día. En este proceso el tubérculo queda con una humedad del 7,5 al 12%.
Limpieza de las chufas: el producto ya seco se somete a un nuevo proceso de limpieza para eliminar los tubérculos vacíos, con agresiones o de coloración anómala, así como los restos de impurezas.
Clasificación de las chufas: las chufas secas y limpias se clasifican por su calibre.
Envasado: las chufas tiernas o secas clasificadas se envasan y se disponen para su salida al mercado o a las industrias elaboradoras de horchata.
Control de calidad: operación encaminada a garantizar que los envases estén correctos en cuanto a peso, materias extrañas, chufas con defecto y que cumplen las tolerancias señaladas en la normativa correspondiente.
Etiquetado: colocación de etiquetas y contraetiquetas numeradas en el envase. El Consejo Regulador de la D.O.P. Chufa de Valencia controla el envasado y entrega las contraetiquetas numeradas correspondientes.
La horchada de chufa, bebida típica de Valencia (+Info)