El municipio de Calahorra se encuentra en la Comarca de La Rioja Baja, provincia de La Rioja. Su situación geográfica ha permitido que se desarrolle una actividad económica importante centrada en la industria agrícola. Ya en tiempos de los romanos lo agrícola era fundamental y los árabes siguieron con esa actividad. Las tierras fértiles que rodean a los ríos Ebro y Cidacos siempre fueron fundamentales para que el municipio de Calahorra fuera un lugar de gran importancia agrícola. En la actualidad se ve reforzada por las buenas infraestructuras con las que cuenta.
Sus productos se pueden exportar no sólo al resto de España sino a toda Europa. La ciudad de Calahorra se ha convertido en un gran centro de distribución de productos agrícolas. Paralelamente a la actividad agrícola se ha desarrollado una gran industria conservera y de envases.
Las otras grandes industrias son las del calzado y los servicios.
Formó parte de la provincia de Soria hasta el día 30 de noviembre de 1833, fecha en la que se creó la provincia de Logroño.
El Ayuntamiento de Calahorra tiene 22.450 habitantes. La ciudad es bimilenaria, en la época romana se le conocía con el nombre de Calagurris. A finales de la Edad de Hierro se constituyó una población estable.
Las legiones romanas conquistaron la ciudad de Calahorra en el año 187 a. C y con ella toda la zona. Julio Cesar y Augusto la convierten en municipio romano. Tenía tanta importancia que de los restos romanos se deduce que tuvo circo, termas, anfiteatro, acuñó moneda, etc.
Los árabes la conquistaron en el año 714 y los cristianos la reconquistaron en el año 1.045. Fue el rey García III de Nájera el que la conquistó para los cristianos y la incorporó al Reino de Navarra.
Muy pronto Calahorra fue sede Episcopal. El primer Obispo del que se tienen noticias es del año 463, se llamaba Silvano. Y obispo de la diócesis también fue el Cardenal Mendoza en el año 1.456. Hoy en día la Diócesis coincide territorialmente con la Comunidad Autónoma de La Rioja.
A lo largo de los siglos XV, XVI y XVIII se desarrolló mucho y bien esta ciudad. Pero el gran auge se dio en el siglo XIX con la llegada del ferrocarril y sobre todo con la construcción de la moderna autopista A-68.
La ciudad está incorporada a la Red de Juderías-Caminos de Sefarad. En la Edad Media tuvo una gran judería, en lo que actualmente es el Rastrillo de San Francisco. Estaban tan bien organizados que se diferenciaban de los cristianos. Fueron expulsados el 31 de marzo de 1.492 y el edicto lo firmaron los Reyes Católicos.
El espacio dejado por los judíos lo ocupan los cristianos llegados de fuera de Calahorra y donde estos tenían la sinagoga se construyó la Ermita de San Sebastián. Los judíos tuvieron gran importancia por su gran poder adquisitivo ya que se dedicaban sobre todo al comercio y a la artesanía. El primer documento que habla de los judíos data del siglo XI.
Los monumentos de Calahorra:
La Catedral de Santa María.- Situada junto al río Cidacos, surge como consecuencia del martirio de dos legionarios romanos: Emeterio y Celedonio. Esto ocurrió hacia el año 300. Este martirio fue muy venerado. En el siglo IV existió un baptisterio, luego una iglesia destruida por los árabes, tras la conquista cristiana una iglesia románica y a finales del siglo XV se empezó a construir el actual templo. Como siempre, la construcción duro 2 siglos. Destaca la Torre de seis cuerpos. La portada principal se realizó a finales del siglo XVII, aunque la que tiene mayor calidad artística es la portada de San Jerónimo, una mezcla de estilos gótico y renacentista.
De estilo gótico es el interior y el presbiterio, éste con influencias renacentistas. Fue construido a mediados del siglo XVI. Dentro de la catedral se pueden visitar 16 capillas góticas con sus correspondientes retablos.
El Coro es de estilo plateresco (1532-1538), la reja es del año 1620 y el órgano, de estilo rococó, es del 1757.
Las urnas que contienen los restos de los dos mártires San Emeterio y San Celedonio, fueron construidas en el año 1513 en estilo gótico-renacentista.
La gran pila bautismal, llamada Pila de los Santos. La imagen del Cristo de la Pelota, de estilo románico-gótico.
Una parte importante de la Catedral es la Sacristía, conocida también por los Espejos (siglo XVIII), de estilo rococó. En ella destaca la custodia, conocida por El Ciprés (siglo XV), de estilo gótico.
El Claustro es de estilo gótico-renacentista. Hoy es museo diocesano. En él se guarda La Thora, libro de rezos judío.
Palacio Episcopal.- Construido entre los siglos XVI y XVIII está situado junto a la catedral.
Iglesia de San Andrés (siglo XVI).- De ella destaca la portada gótica. Junto a esta iglesia se conserva una antigua puerta de entrada a la ciudad, de época romana.
Convento de las Carmelitas Descalzas.- Su construcción es de finales del siglo XVI.
Iglesia de Santiago.- De estilo neoclásico. De los siglos XVII-XVIII. De esta iglesia destaca el pórtico y en su interior el retablo mayor con la imagen del Apóstol Santiago.
Iglesia de San Francisco.- La fachada es barroca. En su interior se guardan los pasos de Semana Santa.
Crucero.- Está a la entrada de la ciudad. Se construyó en honor de los peregrinos que hacían el Camino de Santiago por la antigua calzada romana que va desde el Mediterráneo a Santiago de Compostela. Esta ruta es conocida como Ruta Jacobea del Valle del Ebro.
Santuario del Carmen.- Es de estilo barroco, del siglo XVII. En su interior podemos contemplar tres retablos.
Es interesante una visita al Museo Municipal.