La Denominación de Origen ABONA se encuentra en la zona sur de la isla de Tenerife. Tiene unas 1.500 hectáreas dedicadas al cultivo de la vid. Casi todas las viñas se encuentran entre los 400 y los 1.000 metros de altitud.
Los buenos vinos se consiguen cuando la viña se encuentra en las medianías y los 1.000 metros. Los profundos barrancos y lo montañoso del lugar hacen que los vinos producidos tengan una gran personalidad.
El clima es mediterráneo, seco en la costa, refrescando en las medianías gracias a los vientos alisios. Las lluvias son escasas, consiguiéndose una media anual de 350 ml en la costa y 550 ml en las alturas. Las lluvias superficiales han erosionado a lo largo de los años la superficie árida, formando profundos barrancos de gran belleza. Las laderas y vaguadas tienen unos microclimas especiales, dando lugar a uno de los ecotipos más curiosos del mundo.
El agricultor canario sabe de la importancia del agua y para que no se escape ni una gota ha cubierto la superficie de la viña con arena volcánica que recibe el nombre de “jable”. No sólo retiene el agua y la humedad, también dificulta la salida de malas hierbas.
Esta zona es la primera en realizar la vendimia de toda la isla de Tenerife, gracias a la gran insolación que soporta, debido a las horas de sol. Las altas temperaturas son mitigadas por los vientos alisios que siempre están presentes con su carga de humedad.
Al ser la vid un frutal necesita tener al año unas mínimas horas de frío, eso se consigue en las medianías y las cumbres, donde incluso algún año nieva. No ocurre lo mismo entre las medianías bajas y la costa donde la variación de la temperatura entre el día y la noche no es muy acusada, lo mismo ocurre entre el verano y el invierno. En esta zona se disfruta de una permanente primavera. Por eso los mejores vinos se consiguen en las zonas altas.
Como sucede con la temperatura, los suelos también son diferentes dependiendo de la altitud. En las medianías los terrenos son arenosos, calcáreos y cubiertos de jable. La materia orgánica es escasa y necesita aportes. No ocurre lo mismo en las zonas altas donde los terrenos son arcillosos, con contenido orgánico y buen drenaje, gracias a su carácter volcánico.
Las variedades blancas constituyen el 80% del cultivo, el 20% restante corresponde a las variedades tintas, situándose el cultivo de estas últimas en las zonas más altas. La variedad que más se cultiva es la Listán Blanca. Es muy productiva, se adapta muy bien al terreno muy seco, necesita pocos nutrientes y no es muy sensible a las plagas y enfermedades. Desde hace pocos años se están volviendo a cultivar variedades canarias que se tenían olvidadas como la Gual, Verdello, Malvasía y Sabro.
Variedades preferentes de la D.O. Abona:
Uva tinta: Listán Negro, Moscatel negro y Negramoll.
Uva blanca: Gual, Malvasía, Verdello, Moscatel y Bermejuela.
Variedades autorizadas de la D.O. Abona:
Uva tinta: Bastardo Negro, Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Ruby Cabernet, Syrah, Tempranillo, Castellana Negra, Tintilla y Vijariego Negra.
Uva blanca: Listán Blanco, Pedro Ximénez, Forastera Blanca, Torrontés, Bastardo Blanco, Sabro y Vijariego.
Características de los vinos de la Denominación de Origen Abona:
Blancos.- Son aromáticos, con matices de flor de almendra y albaricoque y, en las variedades nobles, matices tropicales a plátano, mango y guayaba, la graduación alcohólica es media-alta y buena conjunción de sabores. Tiene una equilibrada acidez natural, que los hace ser equilibrados en boca.
Rosados.- Son muy parecidos a los blancos. Proceden del sangrado de uvas negras y se elaboran como los vinos blancos. Tienen matices de frutas rojas, grosellas, cerezas y en boca son redondos y equilibrados.
Tintos.- La producción de estos vinos es escasa. La capa es ligera, con matices a fruta pasada: ciruelas pasas, higos, etc. con buen cuerpo y con graduación alcohólica media-alta.
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